viernes, 13 de junio de 2025

Quien no conoce la historia...

 ... está condenado a repetirla. Esta es una frase muy conocida, que se atribuye a George Santayana (1863-1952), filósofo hispano-estadounidense, que la plasma en su libro “La vida de la razón”. La interpretación de la frase es esencialmente que si no aprendemos de los errores del pasado, los vamos a repetir.

Últimamente la lectura diaria del periódico me ha dado muchos motivos para meditar en la capacidad del ser humano para cometer errores, ya sea repetidos u originales. Hoy no fue la excepción. Leo que hubo una muy pomposa reunión en Palacio nacional, donde, convocados por la presidente (me niego a escribir presidentA), se apersonaron una amplia variedad de secretarios, ministros y otros burócratas, así como algunos representantes de la iniciativa privada, para “voluntariamente” firmar un compromiso para congelar el precio de la tortilla, y a lo largo del año, tomar medidas para disminuirlo.

El objetivo parece muy generoso y plausible, ya que todos quisiéramos que nuestros productos de consumo diario fueran más baratos…

Ahora retrocedamos más de mil setecientos años en el tiempo y conozcamos a Diocleciano, quien fuera emperador romano del año 284 al 305 D.C.

Como muchos otros emperadores romanos su ascenso al poder fue tortuoso, producto de una familia humilde de la Dalmacia, más o menos la actual Croacia, ingresó al ejército, llegando luego a ser jefe de la guardia pretoriana, y a la muerte de Numeriano (en la cual probablemente tuvo algo qué ver), ascendió  al poder, no sin algún considerable derramamiento de sangre.

Los aficionados a la historia lo recordarán por haber iniciado en 303 la última gran persecución de los cristianos, que fue luego proseguida por su sucesor Galerio hasta 311. Esta persecución fue también la más sangrienta y pretendía restaurar la antigua grandeza romana, volviendo obligatorias las prácticas paganas. Fueron especialmente agresivos con el clero. Todo esto terminaría en 313 con el Edicto de Milán, proclamado por Constantino.

Resulta que el buen Diocleciano, también tomó otras medidas: Llevó a cabo la primera división del imperio. Encontrándolo demasiado extenso para ser gobernado de manera eficiente, lo partió en dos, quedándose él con la parte oriental y dejando la occidental en manos de Maximiano… su yerno. Para que vean que el nepotismo tampoco es de reciente creación. 

Y, tal vez la menos conocida de todas: Luchó contra la inflación…

En el año 301, Diocleciano, preocupado porque la moneda acuñada por su gobierno valía cada vez menos, decidió publicar un edicto (después de todo era el emperador…) fijando precios máximos para más de 1300 productos y servicios, incluyendo alimentos, ropa, trasporte y salarios. Se establecieron castigos severos, incluyendo la pena de muerte para quienes desobedecieran.

Resultados y consecuencias:

Escasez: Los comerciantes preferían no vender a malbaratar sus productos,  provocando escasez de bienes.

Mercados negros: Surgieron mercados ilegales donde se vendían bienes a precios más altos.

Aumento de la inflación: La devaluación de la moneda y la emisión de monedas de bajo valor metálico empeoraron la situación.

Disminución del comercio: El edicto afectó negativamente al comercio y la economía romana.

Esta norma dictada por Diocleciano no logró su objetivo de frenar la inflación ya que la constante emisión de monedas de bajo valor metálico trajo como consecuencia que se devaluara aún más y aumentaran los precios de los productos. De esta manera, los precios máximos resultaban demasiado bajos generando que los mercaderes dejaran de vender algunos bienes o que lo hicieran ilegalmente, o sea, en el “mercado negro”.

Esta regulación alteró el intercambio de bienes de tal manera que ciudades enteras dejaron de comerciar. Además, como el edicto fijaba los salarios, los trabajadores en especial los soldados protestaron al notar que, como consecuencia de la inflación, con lo que cobraban podían comprar cada vez menos productos. Conclusión: el control de precios de Diocleciano fracasó de manera rotunda.

La historia dice que Diocleciano, enfermo y debilitado, tuvo que abdicar convirtiéndose en el primer emperador romano en dejar voluntariamente su cargo.

Los expertos consideran que este fue el primer intento documentado de establecer un control de precios. Se ha repetido en incontables ocasiones a lo largo de la historia, por gobiernos tanto de “izquierda” como de “derecha”, pero eso sí, siempre populistas. Ya se imaginarán los resultados.

Esperemos hasta fines de este año, para apreciar las consecuencias de esta novedosa medida…

 

martes, 27 de mayo de 2025

Artistas... y caídas en escena

 En mi lectura diaria del periódico, entre tanta noticia deplorable… guerras, asesinatos, crisis, robos, hambre, atropello de derechos humanos, me encuentro una, que siendo también mala, por lo menos no resulta fatal ni tan trascendente. Shakira sufre una caída  durante un espectáculo. Se levantó y siguió cantando...

José José, Juan Gabriel, Luis Miguel, Joaquín Sabina, Joan Sebastian, Madonna, Chris Martin, Maxi Trusso, Laura Pausini, Gloria Trevi, Taylor Swift, Beyoncé, Katy Perry, Jennifer López, Pink, son solo algunos ejemplos de artistas que han sufrido caídas en el escenario. Debo confesar que a algunos no los conozco. También les diré que para empaparme del tema me receté varios videos de You Tube que coleccionan este tipo de situaciones. La mayoría me parecieron de muy mal gusto…   En casi todos los casos el “show pudo continuar” y las consecuencias no fueron más allá de los moretones. (en la caída de Sabina no fue así, ya que terminó en cirugía).

Despertó mi curiosidad conocer las causas. Se mencionan escenarios mal montados, resbaladizos, vestimenta inadecuada, y otros.

En varios de los videos que revisé noté, sin embargo un factor en común. Personas realizando movimientos, sobre todo bailes, más allá de sus capacidades físicas reales y actuales. En pocas palabras gente intentando parecer más joven de lo que es…

En algunos casos resulta verdaderamente patético ver a una mujer mayor, con vestimenta propia de alguien 30 años menor, y ejecutando movimientos para los que ya resulta bastante torpe.

De ninguna manera estoy en contra de que las personas mayores tratemos de mantenernos sanos y en forma. Yo mismo no perdono, a veces con algo de esfuerzo, mis cinco kilómetros diarios de caminata, que sin duda contribuyen a mantenerme, si no “más joven”, por lo menos más sano. A lo que no le veo razón es a terminar haciendo el ridículo tratando de aparentar cuarenta años, cuando tienes setenta y tantos…

Lo que verdaderamente me interesa son las razones que pueden orillar a las personas a actuar así. Encontré varias:

Presión laboral. Si bien la experiencia es una característica muy deseable en el ámbito laboral, el exceso de ella pudiera no serlo. Hay situaciones donde una apariencia no muy juvenil puede ser una desventaja. He sabido de casos de personas que programan una sesión de aplicación de bótox o de relleno de arrugas con colágeno, en previsión a una entrevista laboral… En el caso de los artistas es obvio que la presión es mayor, ya que la cultura actual tiende a sobrevalorar la juventud o la apariencia juvenil. A mis años esto parece tener poco sentido, ya que lo que me hace querer disfrutar de la obra de alguien es la calidad de la obra, no la edad del artista. Seguí asistiendo hasta el último concierto de Joan Manuel Serrat porque me gustan sus canciones, me gusta lo que dicen, y como lo dicen, no importaba que lo que veía en el escenario era un hombre anciano. Te puedo enseñar la “Pietá” y el “Juicio final”, ambas obras de Miguel Ángel, y estoy seguro que no te importará saber cuál es fruto de sus 24 años y cuál de los setenta, ya que ambas son obras maestras…

Presión social. Existe una intensa presión entre pares, familiares, y sobre todo en los medios y en las redes sociales por conservar a toda costa un aspecto juvenil, y desafortunadamente mucha gente sucumbe a ella, con gran beneplácito de la industria de la “belleza”. Tintes, afeites, ropa, procedimientos estéticos, y una larga fila de etcéteras se ven grandemente beneficiados por esta necesidad creada de “vernos más jóvenes”.

Autoestima. La pérdida de capacidades conforme avanza la edad puede afectar nuestra autoestima, sobre todo si no nos sentimos muy satisfechos con los logros que tuvimos en nuestra juventud y madurez. Es muy importante ser muy conscientes que nuestro valor intrínseco y dignidad de persona humana no tienen nada que ver con nuestras capacidades físicas o apariencia actuales.

Existen varias estrategias para mantener y fortalecer la autoestima en la vejez:

Actividad física:

Mantenerse activo físicamente, aunque sea con actividades adaptadas, puede mejorar la salud física y mental, aumentando la autoestima.

Participación social

Mantener interés por el aprendizaje

Mantener la mente activa con actividades como la lectura, la pintura o el estudio

Aceptación y gratitud

Apoyo social. Red de apoyo sólida, de familia o amigos

Reconocimiento de la experiencia. Eso le corresponde a la sociedad

Perdón y reconciliación

En resumen, es importante reconocer que la autoestima en la vejez es fundamental para el bienestar emocional y la calidad de vida. Al tomar medidas para mantener la actividad física, la participación social, el aprendizaje continuo y el apoyo social, las personas mayores pueden fortalecer su autoestima y disfrutar de una vejez más plena y satisfactoria.

Todo esto es lo que contribuirá a aumentar nuestro bienestar y a tener una vejez más plena y feliz, siempre aceptando la realidad y trabajando para mejorarla… no para disfrazarla...

sábado, 3 de mayo de 2025

Bienestar y felicidad

 Al crecer sin la presencia de mi padre, de manera tal vez instintiva siempre tuve la tendencia a acercarme hacia quienes pudieran substituir un poco ese rol. Fui muy afortunado, encontré por el camino a algunas personas buenas, que, a sabiendas o no, fueron figuras paternas positivas. Un padrastro, un tío lejano, y algunos otros.

Siendo adolescente, escuché de alguno de ellos un razonamiento según el cual la vida es una sucesión de eventos, que pueden ser positivos (agradables) o negativos (desagradables). Enfocándolo desde un punto de vista muy simplista, la conclusión era que según qué tipos de eventos predominan, entonces seríamos felices o infelices. Aún a esa edad, algo no me convenció de este razonamiento, y me dije que la felicidad es mucho más que aritmética de los “momentos” y que estos tienen trascendencias diferentes. No sabía en ese momento que estaba pensando en lo que ahora se llama bienestar hedónico o “subjetivo-hedónico” y bienestar eudaimónico o “psicológico-eudaimónico”.

El bienestar hedónico se centra en la búsqueda de placer y la satisfacción de deseos. Debe su nombre al Hedonismo, escuela filosófica entre cuyos iniciadores estaba Aristipo de Cirene, que considera el placer como el fin y fundamento de la vida.

Se relaciona con la experiencia de placer, satisfacción y disfrute de sensaciones agradables. Incluye actividades como disfrutar de la comida, relajarse, pasar tiempo con amigos y experimentar emociones positivas. Se puede lograr a través de la búsqueda de experiencias gratificantes y la evitación del dolor y la incomodidad.

En cambio el bienestar eudaimónico se enfoca en la realización personal, el significado de la vida y la contribución a algo más trascendente que uno mismo. En griego significa “bien supremo”

Se refiere a la sensación de propósito, significado y conexión con algo más grande que uno mismo. Incluye actividades como el crecimiento personal, el desarrollo de habilidades, la contribución a la sociedad y la búsqueda de la virtud. Se centra en la realización de metas significativas y el logro de un sentido de plenitud en la vida. El bienestar eudaimónico puede proporcionar una satisfacción más profunda y duradera que el bienestar hedónico.

Evidentemente estos dos tipos de bienestar no son mutuamente excluyentes, de hecho ambos son necesarios para una vida plena y balanceada. Hay, de hecho, estrechas relaciones entre ellos: un logro que nos proporcione bienestar eudaimónico, también nos producirá bienestar hedónico, ya que un logro, por lo general se acompaña de sensaciones placenteras, que a su vez fungir como motivadores.     

Las experiencias de bienestar de tipo hedónico suelen producir una sensación de logro más inmediata e intensa, pero también de corta duración. Otra característica del bienestar hedónico es que suele saturar y dejar de ser satisfactorio al repetirse. Pensemos por ejemplo en el día que probamos por primera vez aquel platillo exquisito, pero imaginemos luego que nos lo sirvan… todos los días. ¿Cuánto tardará en ya no parecernos tan delicioso?

En estos días dos de mis nietos andan en Disneylandia de vacaciones con sus papás. Están disfrutando en grande. Siempre me he preguntado cómo ven Disneylandia los niños que la tienen a la vuelta de la esquina ¿Cada cuando irán?

Lo que verdaderamente nos dará la felicidad son los logros o momentos de bienestar de tipo eudaimónico, que, al ser más intensos, significativo y de largo plazo, no necesitan ser muchos.

Evidentemente en la vida diaria necesitamos de ambas cosas para encontrar un balance adecuado. Si nos la pasamos buscando satisfacciones inmediatas de tipo hedonista, lo más probable es que terminemos frente a una desalentadora sensación de vacío existencial, que nos llevará a la desesperanza o a los excesos. Por otra parte renunciar por completo a las satisfacciones sencillas y tangibles, en aras de perseguir siempre lo trascendente hará que nuestra vida sea árida y probablemente intolerable.

Hay recomendaciones muy sencillas para buscar este equilibrio: Apreciar las cosas pequeñas, mantener relaciones significativas, practicar la gratitud, dedicar tiempo al descanso y la meditación, son medidas sencillas que nos pueden ayudar a logarlo.

Existen incluso algunos test que nos pueden ayudar a conocernos mejor en este aspecto. Les comparto un par de ejemplos:

Cuestionario de Bienestar Psicológico (PWB):

Evalúa seis dimensiones del bienestar: autoaceptación, autonomía, crecimiento personal, propósito en la vida, relaciones positivas con otros y dominio del entorno. 

Cuestionario de Bienestar Eudaimónico (QEWB):

Examina aspectos como el autodescubrimiento, la percepción del desarrollo de las potencialidades, la sensación de propósito y significado en la vida, la participación intensa en actividades, la inversión de un esfuerzo significativo y el disfrute de las experiencias.

No olviden que, como en todo, aquí la virtud está en el justo medio….

 


lunes, 7 de abril de 2025

Serpientes y escaleras

 

Durante mi infancia pasé muchas horas sentado ante  una mesa, con un tablero al centro, especialmente los días lluviosos. Los juegos de mesa fueron una parte importante en la vida de los de mi generación. Actualmente no han desaparecido, pero han ido perdiendo espacio ante los videojuegos. Otros se han sofisticado un poco, o un mucho, como el añorado Monopoly, que ya no viene con "dinero" en billetes, sino con tarjetas y una terminal…

Traigo a colación esto porque se me vino a la mente un juego que se llama “Serpientes y escaleras”. Parece que nació en la India hace más de cinco mil años, y se supone que pretende enseñar el concepto del “Karma”. No sé si lo recuerdan o lo jugaron. Es un tablero que contiene de 64 a 144 casillas. Se inicia abajo, se avanza tirando dados y gana quien llega primero a la última casilla, ubicada arriba a la izquierda. Las casillas representan generalmente escenas de la vida real, pero hay algunas casillas que entran en contacto con una serpiente y entonces resbalamos por ella y perdemos gran parte de lo ganado, o una escalera, que nos permite ascender y ganar muchas casillas. Los recuadros con serpiente dibujan escenas donde hacemos algo malo, como mentir o robar y las de escalera muestran un acto bueno como ser generosos, serviciales, amables. Trata de enseñar que los actos de la vida tienen consecuencias, según buenos o malos. Sin embargo, en el juego,  caer en una casilla “buena” o “mala” es producto exclusivamente del azar.

La similitud con la vida real es evidente. Todos hemos tenido “escaleras” o “serpientes”. 

Recién egresado de mi residencia obtuve mi primer empleo como internista en una clínica del sector salud. Aproximadamente un año después, por una serie de cambios administrativos, en el hospital donde me entrené se requería un jefe de departamento. Uno de mis antiguos profesores me recomendó para el puesto, y me cayó del cielo una “escalera”. Las cosas marcharon bien, me identifiqué con mis superiores, fui eficiente en el puesto y terminé como subdirector del hospital. Resulta que después de unos años, el líder del grupo con el que yo me identificaba y colaboraba, cayó políticamente en desgracia y eso nos arrastró a todos… Terminé como médico de urgencias del turno de noche… Tuve mi serpiente.

Tiempo después, esa serpiente se me convirtió en escalera, porque con la práctica me volví experto en urgencias, y me ofrecieron ser jefe de ese departamento en un hospital prestigioso de mi ciudad.  Me retiré de la profesión como Director Médico del mismo.

En el juego las “escaleras” y “serpientes” te llegan por puro azar, pero en la vida real no es necesariamente así, generalmente resbalar o ascender depende de tu actuación previa, aunque siempre existe una dosis de “suerte”, como sucedió en mis dos primeras experiencias. Pero, como todos los acontecimientos de la vida, toparte con “serpientes” o “escaleras”, no está bajo nuestro entero control. Lo que sí lo está es nuestra respuesta a este evento. Si me saco la lotería depende de mí si malgasto el dinero o lo dedico a inversiones prudentes y ayuda al prójimo… Si pierdo mis bienes depende de mí si me siento en la banqueta a gozar con el papel de víctima o me levanto a trabajar para reconstruir todo…

Víctor Frankl consideraba que la vida tiene sentido incluso en las situaciones más dolorosas y desesperadas. También pensaba que la voluntad de sentido es la fuerza motivadora más poderosa en el ser humano. Nos dejó algunas joyas del pensamiento:

“Cuando la situación es buena, disfrútala. Cuando la situación es mala, transfórmala. Cuando la situación no puede ser transformada, transfórmate".

"Cuando ya no podemos cambiar una situación, la vida nos reta a cambiarnos a nosotros mismos".

"Vive como si ya estuvieras viviendo por segunda vez y como si la primera vez ya hubieras obrado tan desacertadamente como ahora estás a punto de obrar".

"Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino".

Estemos pues preparados para sortear tanto serpientes como escaleras.

viernes, 21 de marzo de 2025

Feliz día del...

 

Hace poco fue el día de San José, y unas cuantas personas me felicitaron por mi onomástico. La mayoría de mis amigos suele referirse a mí como “Fabricio”, sin recordar que en realidad me llamo “José Fabricio”, por cierto esto debido a que el padre que me bautizó no aceptase ponerme un nombre “pagano”, y lo aderezó con el “Santo del día”… era precisamente un 19 de marzo.

Desde hace tiempo sé que el día de San José se celebra a los carpinteros, debido al oficio que se le atribuye al padre putativo de Jesús, y en algunos países de Europa en esa misma fecha se conmemora además el día del padre, al considerarle el prototipo de ello. Aunque no se hacen grandes festejos en honor de quienes trabajan la madera, como quiera las cadenas ferreteras aprovechan para poner en oferta serruchos y gubias, por aquello de que alguien quiera hacer algún regalito… Supongo que en los países europeos anuncian rebajas en cinturones y billeteras.

Como novedad, este 19 de marzo que acaba de pasar me sorprendió ver que en las redes sociales te preguntaban si habías sido felicitado por el “día del hombre”. Me puse a investigar y averigüé que, efectivamente, desde 1992 el 19 de marzo es el “día internacional del hombre”… supongo que, una vez puestos a asignar prototipos, pues premiemos al buen San José con uno más… Parece mera coincidencia que sea tan cercano al mucho más famoso 8 de marzo, día internacional de la mujer. De hecho la fecha parece estar relacionada con las manifestaciones de las mujeres rusas en 1917, pidiendo el fin de la guerra y mejores condiciones laborales y de vida.

Es del conocimiento general, como en los últimos años han proliferado los “días de”. Así a bote pronto recuerdo el del compadre, de los abuelos, del burócrata, del médico, de la enfermera, y una larguísima lista de etcéteras…  recuerdo con precisión el día del cartero y del empleado postal, que es el 12 de noviembre. Lo tengo muy presente porque unos días antes suele aparecer en nuestro buzón un sobre impreso para la ocasión y para que deposites tu donativo. El resto del año, me pregunto dónde carajos está el famoso cartero. Hace tres años, me lo pregunté insistentemente,  cuando reclamé a una editorial española por un libro que encargué y no llegó. Yo supuse que lo iban a mandar por paquetería, pero los ilustres peninsulares, me informaron, llenos de optimismo que lo habían mandado por vía postal. Me dieron detalles de fechas, guías y número de oficina al que supuestamente había llegado. Mi visita a la oficina de correos fue más bien surrealista, saltando sobre montones de paquetes tirados por el suelo hasta llegar al mostrador, donde fui notificado, que “un día de estos llegaría”. Aún lo espero…

Volviendo a los días, algunos tienen diferentes fechas, debido a peculiaridades nacionales o religiosas. Por ejemplo algunos consideran que el día de los abuelos es el 26 de julio, por ser día de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesús. En otras partes se celebra el 28 de agosto, y además el 1 de octubre es el día internacional del adulto mayor, que muchos llaman impropiamente “día del abuelo”. Olvidan que no todos los ancianos son abuelos, ni todos los abuelos son ancianos. La verdad, por mí no hay problema, si acaso desean festejarme tres veces al año, adelante…

Ya entusiasmado con el tema del “día de…” le di otra peinada al internet y me encontré cosas de lo más extrañas: Existe un “día del retrete”. En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el día 19 de noviembre como el “Día Internacional del Inodoro” al considerar el saneamiento como una prioridad de desarrollo mundial y también crear conciencia sobre el acceso al agua potable. Así que el próximo 19 de noviembre, entre usted al baño, aclare su garganta y cántele “las mañanitas” a su inodoro. Si cabe en el baño con todo y guitarra, pues adelante.

Luego está la larga retahíla ya conocida, como el día de San Valentín, que originalmente era de los novios, pero se convirtió al amor y amistad, pues así se venden más flores y chocolates. Está el día del niño, al que se le agregó el del estudiante, para poderlos seguir festejando cuando ya son púberes. El día del maestro, del ingeniero, del contador… Creo que prácticamente no hay día del año que no sea conmemoración del algo o alguien.

El común denominador en la mayoría de los casos es el consumismo. En los más conocidos, desde días, semanas o hasta meses antes nos bombardean de publicidad para que compremos regalos alusivos, llevándonos a graves crisis de sentimientos de culpa si no lo hacemos.

Creo que el ejemplo más típico es el día de las madres. El actual se lo debemos a la periodista estadounidense Anna Jarvis, quien lo promovió y logró que en 1914 el congreso norteamericano lo oficializara. Rafael Alducín, director del periódico Excélsior, promovió la celebración del Día de las Madres en México, ocho años más tarde, en 1922.  José Vasconcelos, entonces Secretario de Educación Pública, apoyó la iniciativa.

Por cierto la buena señorita Jarvis, confesó muchos años después, ya cerca del final de su vida, que en cierta forma estaba arrepentida de su creación, viendo el cariz comercial que había tomado.

En resumen, si no le compraste flores o un anillo a tu amada para el 14 de febrero, no te apures, ámala y guárdale fidelidad todos los días; si no llevaste a comer a tu mami el 10 de mayo, mejor llámale a diario y pregúntale por su salud. Si no festejaste el día del compadre, no le hace, hazle saber que siempre estás ahí para él.

Y por último: Si no me felicitaste el día de San José, no te preocupes: yo mismo lo había olvidado.

 

 

martes, 4 de marzo de 2025

La guerra... ¿inevitable?

 En estos días, como muchas otras veces, parece estar de moda la palabra “guerra”. Hay guerra entre Rusia y Ucrania, entre Israel y Hammas. Todos dicen que quieren la paz, pero nadie detiene las bombas y a los tanques. Es más, parecen estar coqueteando con una mayor escala bélica, y hay quien ha mencionado las temidas palabras “tercera guerra mundial”.

¿Será verdaderamente la guerra inherente al ser humano?... ¿Será imposible alcanzar una paz duradera?... ¿Estará el hombre destinado a autodestruirse?

 Según la RAE, la guerra es un conflicto armado entre dos o más grupos humanos. Se caracteriza por el rompimiento de la paz y la desavenencia entre los grupos involucrados.

La guerra puede ser:

·         Entre países o grupos

·         Entre los habitantes de un mismo país

·         Sin violencia física, pero con el objetivo de desmoralizar al enemigo

·         Por motivos religiosos

·         Un conjunto de acciones ilegales que combaten a un grupo social o político

La primera guerra de la que se tiene registro histórico, merced a inscripciones en piedra caliza encontradas por arqueólogos, tuvo lugar hace casi cinco mil años, específicamente en el 2700 AC aproximadamente, y fue entre las ciudades-estado de Lagash y Umma, en el sur de Mesopotamia. A pesar de que esta región es sumamente fértil, precisamente por estar ubicada entre dos ríos, la disputa fue por agua y tierras cultivables.

Es muy difícil saber exactamente cuántas guerras se han registrado a lo largo de la historia de la humanidad, pero se calcula que hay registros de aproximadamente DOCEMIL batallas. Para darnos una idea, Entre el final de la Segunda Guerra Mundial y 2010, hubo 246 enfrentamientos armados en 151 lugares del mundo.

La segunda guerra mundial ha sido el conflicto más sangriento de la historia, con 55 millones de muertes.

Las causas de las guerras han sido innumerables, y en algunos casos parecerían reflejar una tendencia innata del hombre a pelear, y que solo esté esperando un pretexto para ello. Baste recordar algunos casos, incluso con nombres chuscos.

·         La Guerra de los Pasteles. Enfrentó a  Francia y México entre 1838 y 1839. Francia reclamaba los daños producidos por oficiales del ejército de Santa Anna en una pastelería propiedad de un ciudadano francés.

·         La campaña de los cien días. Se llama así porque es lo que duró el segundo imperio de Napoleón después de su huida de la isla de Elba. Termina con la batalla de Waterloo.

·         La guerra de los cien años. En realidad duró cientodieciseis (1337-1453) Es la última guerra feudal entre Francia e Inglaterra. Es en la que interviene Juana de Arco.

·         La guerra del Emú. 1932 la población de aves Emú en Australia crecía fuera de control, había 20 mil animales causando daños a los cultivos. Como respuesta, el ejército australiano envió un contingente de soldados con ametralladoras que declararon la guerra a los animales. Durante casi una semana, los hombres persiguieron a las aves, pero al ver que no había resultados, terminaron el conflicto.

·         La guerra del barril de roble. Entre Módena y Bolonia, en 1325. Existía una añeja rivalidad entre estas dos ciudades, que se exacerbó cuando unos soldados de Módena robaron una barrica de roble de la otra ciudad. Esto desencadenó una guerra que duró 12 años, y terminó sin que se supiera dónde había quedado el barril.

·         Guerra de la Oreja de Jenkins. Es conocida también como la Guerra del Asiento, un conflicto bélico que duró de entre 1739 a 1748 en el que se enfrentaron las tropas de Gran Bretaña y España. La denominación empleada se debe a un episodio considerado la causa de la guerra, donde el guardacostas español La Isabela fue apresado por Rebecca, barco contrabandista capitaneado por el pirata Robert Jenkins, en 1731, el capitán que lo apresó le cortó la oreja y le dijo “Ve y di a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve”.

·         La Guerra de las Dos Rosas. Este conflicto se dio entre los miembros y partidarios de la Casa Lancaster contra los de la Casa York entre 1445 y 1487, ambas familias pretendían el trono de Inglaterra. El nombre se dio en alusión a los emblemas de ambas casas, la rosa blanca de York y la roja de Lancaster. La guerra en realidad fue entre la aristocracia terrateniente y los ejércitos de los señores feudales. La guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de los Plantagenet y debilitó enormemente las filas de la nobleza, además de generar gran descontento social. Se ha considerado que este conflicto señala el fin de la Edad Media y el comienzo del Renacimiento.

·         La Guerra del Cerdo. Tuvo su inicio en 1859 cuando un miembro de la infantería británica disparó contra un cerdo que estaba en territorio de Estados Unidos. Como respuesta, el ejército de EEUU se posicionó en la frontera a la espera de un ataque inglés, lo que no ocurrió, pues éste pidió perdón. El conflicto se mantuvo por cuatro meses y la única muerte fue la del cerdo.

Algunos de estos casos recuerdan al bravucón que va por la calle buscando pelea y, al no encontrarla, recurre al "¿Qué me ves, idiota?" para iniciar una…

Esperemos que las situaciones actuales, y los buscapleitos que están al mando de algunos países no nos lleven a otro conflicto catastrófico… que pudiera ser el último…

sábado, 15 de febrero de 2025

Cuando seas pequeña... Festival de Sanremo

 


En estos días se está llevando a cabo el Festival de Sanremo, el famoso festival de la canción italiana.

Yo experimento una importante conexión con este evento. Para empezar se da la coincidencia de que el primer festival fue el 11 de febrero de 1951, exactamente el día que yo nací, así que mientras mi madre experimentaba los dolores del parto, en Sanremo Nilla Pizzi ganaba con “Grazie dei fiori”.

Además pasé mi infancia en Génova, que está muy cerca de Sanremo, y recuerdo bien que todo mundo lo seguía con gran interés. Sentado en la sala de la única familia del edificio que tenía televisor y que cobraba veinte liras por verlo toda la tarde, me tocó ver a Domenico Modugno cantando “Volare, oh oh, cantare, oh oh oh… nel blu, dipinto di blu…” y a Adriano Celentano, pionero del rock and roll en Italia, contonearse al ritmo de “Ventiquattromila baci”. Un par de años después, una adolescente Gigliola Cinquetti nos dejaría atónitos con su “No ho l’etá”. Este último ya fue en la sala de mis tíos Helena y Dionisio, que fueron los segundos poseedores de TV en el condominio.

Cuando vine a dar a México la conexión se perdió un tiempo, ya que aquí solo llegaban noticias esporádicas y tardías. Conforme fueron evolucionando los medios de comunicación me empecé a enterar un poco más, y luego vino la época en que participaban cantantes no italianos y así nos enteramos de la participación de conocidos nuestros como Luis Miguel y José Feliciano. Con gran emoción pude ver videos que me parecían joyas, como la aparición de  Lucio Dalla y de Ricchi e Poveri. De unos años para acá, los sistemas de TV por cable o por satélite han incluido canales europeos como la RAI y ahora ya podemos seguir el festival, incluso en vivo. La reciente invasión de los raperos me le ha quitado un poco de atractivo, pero siguen apareciendo muy buenas canciones.

Anoche estaba viendo con mi esposa la segunda noche del festival de este año, cuando apareció en la competencia Simone Cristicchi, un cantautor que ya ha participado cinco veces, ganando en 2007. Debo confesar que no soy (era) su gran superfan, aunque algunas de sus canciones me gustan. Escuché la introducción y la melodía me pareció bonita, mas no espectacular. La canción se llama “Quando sarai piccola” (“Cuando seas pequeña”) y enseguida se entiende al motivo del nombre.

El texto habla de una vivencia personal de Simone. Hace siete años su madre sufrió una hemorragia cerebral, con daño neurológico y cognitivo que la han vuelto dependiente… como una niña pequeña. En la canción habla de cuidarle, de apoyarle, de enseñarle a caminar, de regresarle en parte todo el amor que ha recibido de ella. Es verdaderamente conmovedor, sin caer en la cursilería, dada su gran autenticidad. La terminó de interpretar en medio de una ovación de pie, y muchos ojos húmedos de lágrimas… incluyendo los míos.

Si en algún momento me había sentido decepcionado de la capacidad actual para escribir canciones que lleguen al corazón, con esta me reconcilio por completo. Aún queda gente sintiente y pensante.

Déjenme compartirles mi traducción libre del texto, y el video de la canción.

Si alguna vez vuelvo a ser pequeño, espero tener a alguien que me ame así…

“Cuando seas pequeña te ayudaré a entender quién eres/ Estaré cerca de ti como nunca antes/  si caminamos demasiado de prisa bajaré el paso/ hablaré por ti si se te acaba la voz/ jugaremos a recordar cuántos hijos tienes/ que naciste el 20 de marzo del 46/ si te llegas a preguntar qué significa ese anillo que llevas/ te hablaré de mi padre, o sea tu marido/ Te enseñaré a pararte sola, a encontrar el camino a casa/ te repetiré mi nombre las mil veces que lo olvides/ un día tras otro junto a ti/ para restituirte todo el amor que me has dado/ y sonreír del tiempo que parece no haber pasado/ Cuando seas pequeña me enseñarás quién soy en verdad/ a entender que tu hijo es ahora un hombre/ cuando te tome en mis brazos/ me parecerás ligera como una niña en un columpio/ te prepararé la cena, yo que apenas sé hacer café/ Te repetiré mi nombre las mil veces que lo olvides/  un día tras otro junto a ti/ para restituirte todo, todo el bien que me has dado/ y derrotar al tiempo que para nosotros no ha pasado/  hay cosas que no puedes borrar/ hay abrazos que no debes desperdiciar/ hay miradas llenas de silencio/ que las palabras no pueden describir/ Aquella rabia de verte cambiar/ y el dolor de tener que aceptar/ Hay páginas de vida, fragmentos de memoria que no sé olvidar/ Y otro día juanto a ti/ para regresarte toda la vida que me diste/ Y de sonreir del tiempo y cómo nos ha cambiado/ cuando seas pequeña te abrazaré tan fuerte/ que no temerás ni siquiera a la muerte/ Me darás la mano, yo un beso en la frente/ ahora ya es tarde, sé buena… buenas noches”

Permítete llorar…

https://www.youtube.com/watch?v=LaCP7ss01r8https://www.youtube.com/watch?v=LaCP7ss01r8

Quien no conoce la historia...

 ... está condenado a repetirla. Esta es una frase muy conocida, que se atribuye a George Santayana (1863-1952), filósofo hispano-estadounid...